Lactancia Materna y Discapacidad, ¿Se Contraindican?

LACTANCIA MATERNA Y DISCAPACIDAD

La primera semana de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna en más de 120 países para fomentar la lactancia materna, o natural, y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. Sin embargo, aún existen muchas dudas y mitos, por eso en este mes quiero que sepas que realmente la lactancia materna no debe ser motivo de contraindicación alguna si tienes a un niño o niña con discapacidad.

En la mayoría de los casos, los niños y niñas con discapacidad tienden a presentar su sistema inmune debilitado, lo que hace que sean más propensos a presentar infecciones de manera recurrente. Al amamantarlo le estarás brindando anticuerpos para protegerlo contra gérmenes patógenos causantes de alguna infección, y en caso de presentar alguna, su recuperación puede ser más pronta.

Una semana para crear conciencia y proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna de todos y todas las lactantes, incluidos aquellos con discapacidad.

Cabe destacar que la lactancia materna es el mejor alimento que se puede dar a un recién nacido, y la OMS la recomienda de forma exclusiva durante los primeros 6 meses del bebé. Además, se recomienda combinar la lactancia materna con la alimentación complementaria los primeros dos años del niño.

Los beneficios de la lactancia materna son muchos y afectan tanto al recién nacido como a la madre.

En el bebé:

o  Disminuye la frecuencia de enfermedades infecciosas frecuentes en la infancia (infecciones respiratorias, otitis, asma o diarrea, entre otras).

o   Disminuye el riesgo de muerte súbita del lactante.

o   Ayuda a prevenir el sobrepeso, diabetes y otras enfermedades asociadas.

o   Potencia el desarrollo intelectual y mejora el desarrollo psicomotor.

En la madre:

o   Disminuye el riesgo de cánceres como el de mama y el de ovario.

o   Contribuye a que el riesgo de hipertensión y de enfermedades cardiovasculares sea menor.

o   Previene la hemorragia post parto.

o   Ayuda a una recuperación más rápida del peso pre-embarazo.

Además, podemos destacar otras ventajas como:

o   Mejora el vínculo entre madre e hijo.

o   Es gratuita.

o   Es respetuosa con el medio ambiente.

o   Genera menos coste sanitario.

Cuando tenemos un hijo con discapacidad, las ventajas de la lactancia materna son incluso mayores, pero también aumentan las barreras para conseguir amamantar. Podemos encontrarnos con algunas dificultades añadidas como:

–          Hipotonía o alteraciones bucales, que dificultan un buen agarre.

–          Ingresos prematuros o prolongados en Unidades de Cuidados Intensivos.

–          Otros ingresos o pruebas médicas con separación de la madre.

–          Mayor cansancio y estrés en la madre.

–          Menor vínculo con el recién nacido.

Prácticamente todas las madres pueden dar de mamar, ya que las enfermedades que contraindican la lactancia materna son excepcionales. Además, ¡todas las madres somos capaces de amamantar! Recordemos que los biberones y la fórmula artificial existen desde hace poco más de 150 años. Sin embargo, la incorporación de la mujer al mundo laboral y las dificultades para conciliar, así como la soledad y falta de apoyos en la crianza, hacen que muchas veces, amamantar se convierta en una odisea. Si a todo esto, le sumamos un bebé con problemas de salud, el fracaso de la lactancia materna es mucho más probable.

Por ello, es necesario apoyar a todas las madres, y en especial a aquellas en situaciones más complicadas, para conseguir una lactancia materna exitosa. Algunas herramientas para facilitar la lactancia pueden ser:

–          Acudir a los cursos de preparación al parto y a la maternidad impartidos por profesionales sanitarios. Puedes informarte en tu centro de salud sobre este tipo de programas.

–   Buscar ayuda en profesionales expertos en lactancia materna (matronas, ginecólogas, pediatras…) y preguntar sobre todas aquellas cuestiones que necesites conocer o te preocupen, tanto durante el embarazo, como después del parto.

–     Leer e investigar sobre la lactancia materna durante el embarazo para estar mentalizada y preparada. Hay libros especializados y webs donde puedes encontrar mucha información de calidad.

–      Compartir tus dudas e inquietudes con tu pareja y con tu entorno más cercano, para que puedan implicarse y ayudarte llegado el momento.

–      Informarse en el centro sanitario donde vas a parir si  tienen una política que favorece la lactancia materna. Esto es importante sobre todo cuando tenemos un bebé con algún problema de salud, ya que nos van a brindar mayores apoyos cuando lleguen las dificultades:

o   Pueden asesorarte para extraerte leche si tienes que separarte del bebé tras el nacimiento.

o   Cuentan con asesoras de lactancia para indicar posturas o técnicas específicas cuando hay algún problema de agarre, hipotonía, etc.

o   Se fomenta el inicio precoz de la lactancia materna y se  pone en práctica la técnica “piel con piel” (madre/hijo) siempre que sea posible, incluso en partos con alguna dificultad.

–      Buscar una asesora de lactancia si en el centro sanitario donde pares no disponen de ella.

–      Acudir a los grupos de apoyo de madres lactantes. Pregunta en tu centro de salud si dispone de grupo de lactancia y cuál es su funcionamiento (horarios, programas…).

–    Hablar con otras mujeres de tu entorno (familiares, amigas, vecinas, compañeras de trabajo…) que hayan dado de mamar o lo estén haciendo, ya que quizá ellas hayan  pasado por situaciones similares y puedan ayudarte.

Hay un proverbio africano que dice “para criar un niño hace falta una tribu”, y es que criar un niño en solitario, sin una red social que nos sostenga, puede llegar a ser muy duro, especialmente si el niño tiene dificultades añadidas. La crianza y la lactancia es mucho más fácil si disponemos de todos los apoyos necesarios, tanto de profesionales sanitarias y expertas en lactancia materna, como de una tribu que nos acompañe.

Para concluir, recuerda que la lactancia materna es y debe ser siempre un acto totalmente libre y escogido por la madre, y nunca debe obedecer a imposiciones de ningún tipo. Desde Afecto Mariposa, en nuestra voluntad permanente de cuidar al cuidador/ra, apoyamos la libertad de todas la madres en la elección del tipo de alimentación para su bebé, atendiendo a sus circunstancias personales y/o propia voluntad.

¡Amamantarlo hoy, será protección para toda su vida!

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