¿Como comenzó todo?
El concepto surge en Holanda a finales de la década de 1970 de mano de Ad Verheul y Jan Hulsegge, dos terapeutas que realizaban el servicio social trabajando con personas con trastornos del desarrollo. Pronto se dieron cuenta de que el tratamiento aplicado a personas con discapacidad grave era demasiado asistencial y se pusieron a trabajar en nuevos métodos para estimular a este tipo de pacientes. Así nació Snoezelen, una terapia orientada a proporcionar experiencias sensoriales agradables mediante la estimulación de los sentidos primarios dentro de una atmósfera de confianza y relajación.
El término “Snoezelen” es un encuentro entre dos palabras de difícil traducción en nuestra lengua. Por un lado, Snoffelen (impregnarse), referido a la exploración a través de los sentidos, por otro lado, Doezelen (soñar), referido a la relajación, al descanso o el reposo. Snoezelen es, en suma, la búsqueda del bienestar a través de la exploración sensorial.
A pesar que una compañía inglesa obtuvo el registro de la marca “Snoezelen” (pronunciado snuseln), dicho término sigue utilizándose para definir este tipo de terapia, las áreas que se usan, asociaciones y la investigación médica al respecto. Sin embargo, para evitar confusiones con la marca registrada, el término usado por otros fabricantes y distribuidores de equipos es: Salas, Ambientes, Cuartos o Entornos Multisensoriales. En el transcurso del tiempo se han desarrollado muchas variantes de salas multisensoriales: cuartos blancos, sala obscura, cuartos de sonido, aulas acuáticas, jardines multisensoriales, etc.
Los psicólogos cognitivos sugieren que el factor principal del desarrollo neurológico es la estimulación sensorial que permite a un ser humano aprender a través de los sentidos, mediante estímulos su entorno y responder a ellos.