• AROMATERAPIA

AROMATERAPIA

Conocemos actualmente como AROMATERAPIA, una disciplina consistente en el uso terapéutico de los aceites esenciales. Los aceites esenciales llegan al cerebro a través de las moléculas de olor por inhalación y conseguimos la estimulación o relajación de los neurotransmisores del cerebro, dependiendo las esencias que vayamos a utilizar.

La principal forma de aplicar los aceites esenciales para la aromaterapia, es mediante una dilución. Es decir: mezclado en agua, lo más importante es que el vapor del agua lleve partículas de las esencias se absorben a través del aparato respiratorio. Estos aromas penetran por las fosas nasales.

Aromas y sus aplicaciones

Básicamente, se ha observado que ciertas esencias pueden ser útiles para mejorar situaciones de estrés o ansiedad, dependiendo del tipo de extracto que se utilice, y pueden ser:

Relajantes: lavanda, jazmín, manzanilla, incienso o naranja.

Revitalizantes: limón, canela, vainilla, romero.

Estimulantes: menta, eucalipto.

Se recomienda no mezclar más de 4 aceites y el resultado debe ser siempre agradable al olfato.

Beneficios en personas mayores

Una de las aplicaciones de la aromaterapia es en personas mayores con cierto grado de deterioro cognitivo para trabajar la reminiscencia, esos recuerdos imprecisos de acontecimientos o imágenes del pasado que vienen a la memoria. Es habitual que se emplee en centros de mayores, precisamente por el potente efecto evocador de recuerdos que tienen ciertos aromas. También, en el caso de los mayores, la aromaterapia se aplica para conseguir un equilibrio emocional y físico duradero, aprovechando los estímulos que despiertan los aceites esenciales para mejorar el bienestar. Es ampliamente conocido el poder evocador que tienen los olores. Algunos aromas nos traen a la memoria de forma inmediata entrañables recuerdos de muchos años atrás.

Aromas del recuerdo. Por otro lado, la aromaterapia ayuda al cerebro a recordar vivencias por medio de un olor específico. Este tratamiento, consiste en el uso de aceites esenciales obtenidos de diferentes plantas, hierbas o árboles y se recomiendan aromas suaves, por ejemplo, el olor a menta, romero, toronja, lilas, manzanilla, jengibre y vainilla; estos además de propiciar un estado de relajación, despiertan una serie de neuronas que activan el sentido del olfato.

«LA ÚNICA DISCAPACIDAD EN LA VIDA ES UNA MALA ACTITUD (SCOTT HAMILTON).